Ya desde muy temprano se sentía el ambiente dieciochero. Nuestros alumnos y alumnas comenzaban a llegar al colegio con sus trajes típicos y listos para armar la gran fonda que se vivió en nuestros patios.

Como es tradicional, los más pequeños del colegio se reunieron en el Estadio Marista. Mamás, papás, tíos y abuelitos llegaron para ver las distintas presentaciones folclóricas que amenizaron la fiesta.

Para empezar, el grupo de folclore presentó una fantasía latinoamericana. Luego, los Pre Kinder nos hicieron viajar hasta las islas de Pascua y de Chiloé. Los Kinder honraron a la Virgen recreando la fiesta de La Tirana y también homenajearon a la bandera con bailes de la zona central. Para cerrar, los 1º Básicos hicieron su propia versión de La Pérgola de las Flores.

La jornada en el Estadio Marista terminó con la tradicional fonda, en que las familias de la Sección Inicial comparten distintas comidas típicas de nuestro país.

Mientras, en el colegio se desarrollaba el acto de la Sección Básica. Comenzó con una oración por la patria, depositando a los pies de la Buena Madre distintos elementos que nos distinguen como nación. Luego, los niños y niñas le pusieron ritmo a la fiesta, mostrando su destreza con distintos bailes. El grupo de folclore y los distintos cursos prepararon coreografías desde el norte hasta el sur de nuestro país.

Una vez terminado el acto oficial se dio inicio al concurso de cueca, comenzando con una muestra de los campeones del año pasado. El gimnasio del colegio se llenó de parejas que pusieron todo su empeño en nuestro baile nacional.

Por su parte, los alumnos de Media Inicial pusieron su esfuerzo en distintas competencias preparadas por el Centro de Alumnos. Con carreras en saco y de tres pies e incluso tirando la cuerda recordaron los juegos típicos de Chile. Mientras, los jóvenes de Media Superior disfrutaron de una tocata a la chilena.

A eso del mediodía comenzaba a sentirse el olor a empanada. Los cursos se fueron reuniendo en sus salas para cerrar la fiesta con una convivencia y recargar las pilas para celebrar estas fiestas en familia.

El personal del colegio terminó esta jornada festiva con una misa a la chilena. Un coro compuesto por representantes de las distintas secciones fue el encargado de dar vida a la celebración, presidida por una bandera en el altar.

En el momento del ofertorio, la bandera se fue engalanando con distintos obsequios de nuestra patria, entregados por profesores, administrativos y auxiliares. La celebración culminó con un esquinazo, amenizado por el coro y el grupo de folclor de los apoderados.