La devoción del Padre Champagnat hacia la Buena Madre era su mejor manera de llegar a Jesús. Fue al día siguiente de la Fiesta de la Asunción de la Virgen, el 16 de Agosto de 1816, cuando inició su apostolado en La Vallá. Por este motivo, los alumnos y alumnas de la Sección Inicial hicieron unas hermosas tarjetas para saludar a todos los hermanos y agradecerles por estar en todo el mundo educando a jóvenes, niños y niñas. Celebraron el día de la Asunción de la Virgen creando una flor gigante, adornada con las cualidades de nuestra Buena Madre. Asimismo, el sábado 15 de agosto se celebró una liturgia para recordar a los Hermanos que han partido al encuentro con el Señor. La ceremonia comenzó con el rezo del rosario y continuó con una romería hasta el Mausoleo de los Hermanos Maristas en el Cementerio Católico. El lugar había sido preparado la semana anterior por el Centro de Padres y peregrinos del Movimiento Marcha. La jornada concluyó con una visita a la Residencia de Grajales, donde se compartió un brindis con los Hermanos. Finalmente, la fiesta concluyó el lunes 17 de agosto con un concierto a la Buena Madre. En la ocasión, contamos con la presencia del embajador de Portugal. Él y los presentes pudieron disfrutar de una selección de piezas interpretadas por el Coro de Padres y Apoderados del IAE y el quinteto de Flautas del Centro Nacional de la Música.