Con el rector de nuestro colegio, Jaime Inostroza, algunos profesores y los delegados de curso, la nueva directiva del CAE comenzó oficialmente su mandato para el año 2007-2008. Luego de una oración para encomendar al Señor las labores del Centro de Alumnos, fue el momento del balance del período que ahora finaliza. El presidente en ese entonces, Diego Peña, se dirigió a sus compañeros en un emotivo discurso donde expresó su gran cariño por lo que fue su segundo curso, su CAE. “Quisimos que se cuestionaran cómo es ser marista, pero además que fueran ejemplo y que, al igual que nosotros, descubrieran a Dios y a Marcelino”, señaló. “Y si hay que discutir, si hay que angustiarse, si hay que trasnochar, si hay que quebrarse la cabeza, si hay que tener esperanza, lo haríamos una y otra vez, porque no hay nada más maravilloso que servir a tus iguales sin esperar recompensa a cambio. Espero que ustedes puedan querer tanto al colegio como nosotros... o más”, finalizó el presidente saliente. Tras estas palabras, Gustavo Monasterio enfrentó por primera vez a sus compañeros como el nuevo presidente del CAE. En unas improvisadas palabras destacó que la directiva se pondría a trabajar de inmediato en los proyectos anunciados durante la campaña: Tardes de Cine, una charla sobre el Calentamiento Global, la Copa Handball, las celebraciones de las Fiestas Patrias, la instauración de un canal de televisión interno, entre otros. Además subrayó que siempre mantendrá el eje central de su trabajo: Hacer presente la imagen de Marcelino entre los alumnos. El tradicional cambio de las llaves de la sala del CAE no se efectuaba sino días después del traspaso de mando, pero en un intento por renovar la tradición, Diego Peña le entregó dichas llaves a Gustavo Monasterio, lo que marcó oficialmente el comienzo de un nuevo período en el Centro de Alumnos.

Para finalizar el acto, el Rector de nuestro Instituto, Jaime Inostroza, destacó que: “el trabajo y la constancia son claves para un buen funcionamiento”. También dio las gracias a la directiva que deja el CAE y todos los ánimos para la que ahora asume, dando así el cierre definitivo a la ceremonia.