El martes 16 y
jueves 18 de octubre, conmemoramos el Día del Profesor. El
primer día, el Centro de Alumnos del Instituto, agasajó a
nuestros profesores con un cóctel.
Su presidente, Gustavo
Monasterio, dirigió unas palabras en agradecimiento a la labor
de los docentes, aludiendo a que los profesores hacen entrega de
su vida a los jóvenes y niños, brindándonos apoyo y cercanía,
calidez, e interés, dándonos el consejo oportuno e
involucrándonos en las distintas áreas del saber. La labor de
ustedes es fundamental para la formación de nosotros, señaló
Gustavo. Concluyó diciendo, en nombre de los alumnos del IAE:
les deseamos el mejor de los días.
Dos días más tarde, los profesores fueron homenajeados por el
Centro de Padres con un almuerzo después de mediodía en
dependencias de nuestro estadio. En esa oportunidad, Miguel
Castello, presidente de la entidad, dirigió algunas palabras en
agradecimiento a labor de nuestros docentes. Así también, el
Consejo Directivo entregó un presente a los profesores que
cumplieron 10, 15, 20 y 25 años de labor docente en el IAE.
Los profesores de nuestro establecimiento, algunos de ellos ex
alumnos del IAE, compartieron con nosotros algunas reacciones y
los sentimientos que les provoca este día tan especial como
educadores maristas.
Alejandro Huenuqueo (profesor de Lenguaje):
Siento mucha alegría, pienso que la vocación de ser educador,
es algo que remueve el corazón de las personas, yo creo que la
labor que uno puede hacer es infinita, en ese sentido me siento
muy contento, además que hablar como profesor después de haber
sido alumno de este colegio es muy grato para mí.
Rodrigo Marchant (profesor de Física):
Los sentimientos que a mí siempre me trae este día son de
gratitud para con los profesores que me educaron y me formaron
en este colegio, con los
cuales, además tuve el placer de haber
compartido, después ya siendo colega de ellos y haber visto otra
mirada de los mismos educadores que yo veía como alumno. Eso en
primer lugar y segundo, sentir que soy un privilegiado de poder
trabajar en uno de los mejores colegios, tal vez el mejor
colegio del país, privilegio que no tienen todos los docentes
que trabajan arduamente en este país, siempre pienso en el
maestro de escuela en un pequeño pueblo, que tiene que caminar
varios kilómetros para poder llegar a su trabajo, nosotros
vivimos aquí en una realidad completamente distinta y por eso
también hay que estar muy agradecido.
Raúl Yáñez (profesor de Historia y Ciencias
Sociales):
En primer lugar (el día del profesor despierta en mí) un
sentimiento de gratitud, creo que la labor de profesor es muy
importante y admirable, no me arrepiento jamás de ser profesor,
creo que es una labor que te rejuvenece, que te da dignidad como
persona.
Francisco Reyes (profesor de Historia y Ciencias Sociales):
Hoy me acuerdo de mis maestros, de los grandes maestros que a
uno lo han guiado, como uno empezó en estas vías deportivas de
la educación, de ellos que a pesar de que siguen siendo
profesores con más experiencia a uno
le aportan y le ayudan a uno a ser mejor
profesor, y a no cejar en nuestra labor. También me acuerdo de
mis papás, que me apoyaron en esta labor.
Ernesto Reyes (profesor de Historia y Ciencias Sociales):
Es un hermoso día que motiva al país a celebrar una labor tan
trascendental como es el Día del Profesor, y sobre todo por el
hecho de que nuestro carisma, no sólo sea entregar contenidos,
sino también entregar valores, afecto y presencia a nuestros
muchachos, para mí es un orgullo y un honor trabajar en esta
institución sobre todo mi labor de ser Marista.
Raúl Amaya (profesor de Lenguaje):
Son muchos los sentimientos. De partida recordar a muchos
profesores, que me educaron a mí, me acompañaron en momentos
difíciles, me ayudaron, me corrigieron, tengo especial cariño
por algunos que en estos momentos recuerdo, y el otro
sentimiento es una misión de educar, de acompañar, de aceptar a
los jóvenes y tener confianza en ellos, de poder ser un apoyo
más en su proceso de formación, al igual que mucha gente lo fue
conmigo. También aportar, acompañar lo mejor posible, y
ayudarlos a ser hombres de bien.
Jorge Inostroza (profesor de Matemáticas):
Recuerdo a los profesores que he tenido en mi vida. Quisiera
recordar a mi papá, tío, a la profesora María Elena, en la época
de primaria, de la que tengo bonitos recuerdos, en el campo,
cerca de Melipilla, y aquí en Santiago, recuerdo con mucho
respeto y cariño al profesor Gutiérrez, al profesor Margalet,
también a algunos hermanos, al Hno. Germán Chávez, que me
hicieron
clases, a Ángel Rodríguez, que ahora ya no es
hermano y que está en la Universidad Católica, y así a varios
otros, al hermano Eusebio Morán, un hermano que nos hacía
francés. Y ahora el compartir con todos los profesores, este
momento tan sublime, como es el Día del Profesor, que marca en
un constante renovarse en la alegría, en el compartir y seguir
juntando fuerzas e inspiración para este momento
Discurso del Vicerrector, Hermano Jesús Castañeda, en la
Celebración del Día del Profesor
Apreciados Amigos y Colegas:
En este día tan especial en nombre de nuestro Rector quiero
darles un saludo, una felicitación por la vocación de maestro,
profesor, también deseo expresar algunos sentimientos en nuestro
día, el día del profesor.
Me es muy grato comenzar hablando sobre el valor de ser
educador, necesitamos creernos lo que hacemos y tener conciencia
de que la tarea educativa merece la pena; aunque se necesita
valor para llevarla a cabo con dignidad y eficacia en estos
momentos. Estoy convencido de que el verdadero tema de nuestro
tiempo es la educación y sobre todo la educación básica. Somos
nosotros los encargados de trasmitir y por tanto conservar la
alegría, la perplejidad y disciplina que configuran la
humanidad, crear una atmósfera de confianza, de credibilidad, de
respeto, de profesionalidad.
Sueño con el profesor del Instituto Alonso de Ercilla como
maravilla de educador: Si cree como Nicodemo que a pesar de la
edad y del cansancio se puede renacer. Si se es capaz de causar
utopía y realismo. Si aprovecha todas las oportunidades de
aprender de todos y de todo. Si esta convencido de que nadie es
tan inútil que no pueda hacer maravillas. Si acepta, estimula y
ayuda a canalizar la sana radicalidad de los jóvenes. Si vive y
siembra la fuerza de esperanza del optimismo y del entusiasmo.
Si tiene la humildad y no pretende responder todo a todos,
reconoce sus limitaciones. Si no busca el lucimiento personal
sino que piensa en los demás. Si no hecha las culpas del bajo
nivel a profesores anteriores. Si no busca ser original por
vanidad sino ser generoso a la hora de formar a otros, sabiendo
dedicarles tiempo y esfuerzos. Si logra que sus alumnos crean en
ellos mismos, en los otros, en Dios y en el futuro. Si vive
convencido y así lo trasmite de que ninguna dimensión de la
auténtica fe empobrece la felicidad y ensombrece la
personalidad. Si ve en cada persona a Dios y a un hermano.
Me gustaría ver al profesor del Instituto Alonso de Ercilla
conjugando algunos verbos: Si quieres que los jóvenes estén con
los valores del proyecto y no lo están
perdónales. Si te ven
como un ser superior, distante, inalcanzable
equivócate. Si no
hacen otra cosa que hablar, incordiar y bostezar, interrumpiendo
tus sabios consejos
escúchales. Si quieres que tus jóvenes
vayan poco a poco cambiando y madurando
gástate. Si en
ocasiones piensas que estas perdiendo el tiempo y lo mejor es
tirar la toalla cuando más lejos mejor
reinténtalo. Si hacen lo
correcto aunque solo sea una parte de las cien que deberían
hacer
felicítales. Si no hacen otra cosa que pensar en el
carrete del fin de semana, en las promesas de sus padres si
pasan de curso o en la niña de sus amores
sorpréndeles. Si te
encuentras con que los jóvenes se han cansado de vivir,
aburridos, decepcionados, acostumbrados a repostar sus vidas en
los mismos surtidores de siempre
ilusiónales. Y si haces todo
esto y tus jóvenes siguen sin cambiar, armando las mismas pifias
e ignorándote por completo
entonces quiéreles.
Como nos anima sentirnos seguros, queridos, apreciados, que nos
tengan en cuenta, que nuestra vida sirve para algo y le sirve a
alguien
creo en un colegio honrado y fiel, que tiene los ojos
limpios para ver la realidad pastoral, educativa, como es, sin
máscaras. Creo en un colegio honrado y fiel que hace posible la
vida a través de sus programaciones, instalaciones, actividades,
ofertas personales
que sospecha de la absoluta verdad de sus
estructuras y se reta a dar respuestas más radicales y
comprometidas. Creo
en un colegio honrado y fiel que cree en Jesús
como el hombre honrado y fiel a la verdad de si mismo, del otro,
del pueblo y de Dios.
Queridos profesores felicidades hoy y siempre y no olviden que
la luz es la mirada de Dios donde vive la aurora y los sueños.
Que la Buena Madre sea nuestro recurso siempre y nos acompañe en
nuestra misión.
Felicidades.