Asistieron las representantes maristas del Instituto San Martín de Curicó, Instituto O´Higgins de Rancagua y Colegio Marcelino Champagnat de La Pintana-. Como invitados especiales participaron el Colegio Alicante de La Florida, liderado por nuestro ex alumno Diego Cáceres, y el Colegio Nuestra Señora de Andacollo, nuestros vecinos de Cumming con Mapocho.

A pesar de las dificultades, las niñas estuvieron jugando tres horas y media, compartiendo, confraternizando y disfrutando del juego del baloncesto. Nos refrescamos con la “lluvia” caída que nos refrescó de manera significativa (levantamos la manguera y proporcionamos agua a las nóveles basquetbolistas). Históricamente se juntaron cuatro colegios maristas de la categoría.

En la inauguración del Encuentro y al término de él, el profesor Villena hizo hincapié en el compromiso de los padres en relación al cariño que las niñas puedan profesar a la actividad. Por ejemplo, si ellos no apoyan con el transporte, llevándolas a los lugares de juego, en vano trabajan los profesores enseñando, formando o educando. También se hizo mención a la soberanía del Padre Dios sobre todas las cosas, de tal manera que si podemos disfrutar, jugar o gozar de las cosas de la vida, debemos ser agradecidos de nuestro amigo Jesús.

Se agradeció al Centro General de Padres, quien durante todas las versiones de este Encuentro ha prestado su apoyo incondicional a esta labor educativa y formativa, y a todos los familiares que colaboran en esta labor: papás, abuelitas(os), tíos, sobrinos, etc. Así crece el baloncesto marista.