La mañana del martes 8 de noviembre, nos congregamos a los pies de nuestra Buena Madre, acogiendo el llamado del último Capítulo General: ¡Con María, salgan de prisa a una nueva tierra!

El Padre Jorge Laplagne dio inicio a la oración — que congregó a todos los alumnos y alumnas del colegio — con la lectura de la Visitación. En su comentario dijo: “Somos una familia porque tenemos una mamá en común”.

Luego, un alumno de cada Sección presentó una petición al Señor, rezando un Ave María por cada intención, como expresión de amor y fe a la Buena Madre, para que las presente ante su Hijo. Los lectores fueron Ema González (1º Básico C), Felipe González Moraga (6º Básico A), Jorge Cáceres (1º Medio A) y Pablo Villanueva (3º Medio C y Presidente del CAE).

Como comunidad, presentamos a nuestra Buena Madre las tres violetas Maristas que nos comprometemos a vivir con más fuerza en este tiempo. Felipe Fuentes (4º Medio) y su hermana Sofía (3º Básico) llevaron hasta la Virgen la violeta de la Sencillez, que se expresa en nuestro empeño de ser personas íntegras, sinceras, abiertas y transparentes.

Los profesores Joaquín Cheix y Karina Muñoz llevaron la violeta de la Humildad, para ser conscientes de nuestros límites, ser sinceros y honrados, y aceptar gustosamente la ayuda que necesitamos.

En representación del Estamento de Administrativos y Auxiliares, Claudio Varas y Loreto Pérez ofrecieron la violeta de la Modestia, para acercarnos a los demás con transparencia y gratitud, aceptarlos tal como son y sentirnos dispuestos a escuchar la visión que tienen de nosotros.

Tras la bendición final, toda la comunidad se unió para cantar la Salve, que nos identifica como maristas seguidores de nuestra Buena Madre.

Bendición de Rosarios

Los alumnos y alumnas de 2º Básico B se reunieron en la Capilla del Rincón Mariano para dar inicio a este mes de una manera muy especial. Cada uno llevó en sus manos una flor y un rosario para ofrecerlos a nuestra Buena Madre.

Al ingresar a la Capilla depositaron a los pies de la Virgen sus flores, y luego, el Padre Jorge Laplagne les explicó que el rezo del rosario simboliza también entregarle muchas rosas a María, flores que no se marchitan y que ella guarda en su corazón.

Los niños y niñas cantaron alegremente a nuestra Buena Madre, poniendo así sus intenciones personales en sus manos. Luego cada uno sostuvo su rosario para recibir la bendición y se llevaron el compromiso de rezar por lo menos un Padre Nuestro y diez Ave María.

A contar del miércoles 9 de noviembre, todos los días se realizará en la Capilla central un momento de oración mariana. La actividad está a cargo de la Pastoral Familiar y se realizará entre las 07:45 y las 8 de la mañana. ¡Están todos invitados!