Toda la comunidad
ercillana recordó los últimos momentos de Cristo en la Tierra
recreando la última cena y el lavado de pies junto a sus
apóstoles el Jueves Santo, así como también el camino de la Cruz
durante el Viernes Santo.
Los pequeños del Ciclo Inicial compartieron el
pan y las uvas que simbolizan el cuerpo y sangre de Jesús junto
a sus educadoras. La celebración de la Última Cena cerró una
semana en que los niños y las niñas recordaron cómo su amigo
Jesús dio la vida por nosotros.
Los alumnos y alumnas de 2º a 4º Básico
prepararon una representación de la Última Cena en el patio de
su sección, mientras que sus compañeros de 5º y 6º Básico
estuvieron en la Capilla Central recordando cómo Cristo se
preparó para celebrar la Pascua con sus discípulos.
El Patio de Media Inicial estuvo decorado con los
trabajos que hicieron los alumnos para meditar el sentido de
esta Semana Santa, que culminaron el jueves, compartiendo el pan
y las uvas junto a sus profesores. Los alumnos de Media Superior
dedicaron toda la mañana de ese día a un retiro para reflexionar
sobre su vida cristiana.
El Hogar Abierto para Adultos Mayores Padre
Hurtado recibió la visita de los jóvenes de 2º Medio. Ellos se
dirigieron hasta Estación Central para compartir su tiempo con
los abuelitos y ayudar en los quehaceres del recinto.
La tarde del jueves los profesores tuvieron un
momento de retiro, acompañados por el Hermano Pedro Marcos,
Superior Provincial de la Congregación Marista. El día terminó
con una Eucaristía en que se recordó el lavado de pies que
realizó Jesús durante la Última Cena. Así, el Padre Jorge
Guajardo lavó los pies de 12 personas que representaron a los
Hermanos, educadores, administrativos, auxiliares, alumnos y
apoderados.
El Viernes Santo comenzó con el retiro ofrecido
para los apoderados y la jornada juvenil. A esta última
asistieron cerca de un centenar de jóvenes, tanto alumnos y ex
alumnos del IAE y como quienes nos visitaron de otros colegios.
Durante el día viernes reflexionaron en torno a la obra El
Cristo Roto y al día siguiente volvieron a reunirse para
recolectar alimentos que más tarde llevaron a distintos hogares
de la capital.
El recuerdo de la Pasión de Cristo culminó el
viernes con la presencia de la comunidad ercillana en el Vía
Crucis. Las familias de nuestro colegio recorrieron las
estaciones instaladas tanto dentro como fuera del
establecimiento. El camino de la cruz culminó con la Liturgia de
la Pasión.