El 20 de diciembre se llevó a cabo el Concierto de
Navidad 2005, organizado por el Departamento de Artes de nuestro
Instituto. Este año el evento contó con interpretaciones en
flauta y piano, cuarteto de cuerdas, cuarteto de guitarras, coro
de niños, coro de padres, orquesta y orquesta y coro.
El concierto fue abierto por Jorge Fernández en flauta traversa
y Tomás Reyes en piano quienes interpretaron Genopcidia de
Eric Satie y Verano Porteño de Astor Piazola, logrando buen
fiato entre la flauta y el piano expresado en el buen fraseo y
perfecta sincronización de las respiraciones.
Le siguió un cuarteto de cuerdas interpretando tema
y variaciones sobre Casamiento de Negros del profesor Sergio
Medina. La primera variación da cuenta, con su tono menor y los
largos arcos de los violines y la viola, de la tristeza
implícita en el trágico tema de Violeta Parra que es retomado al
final de la obra.
Tomás Reyes nos deleitó con una exquisita interpretación de
Seis Variaciones en Sol Mayor Sobre un Tema de Paisello de
Beethoven.
El Coro de Padres del Instituto, dirigidos por la
profesora Agnes Avilés, ejecutó a una delicada Cançon do
Bressol de Manuel Oltra, impregnando la capilla con su tonos
modales y líneas melódicas que evocan el cante jondo de la
provincia vecina en la costa mediterránea. El segundo tema fue
Luchín de Víctor Jara, que nos habla de un Niño Jesús que
sigue pobre entre el barro y la pelota de trapo, un Niño Dios de
carne y hueso que ilustraron magistralmente las diapositivas
escogidas.
El cuarteto de guitarras dirigidos por el profesor Joel Tapia,
nos interpretó Danzas Húngaras de Johannes Brahms. Obra llena
de energía y ritmo cuyos ritardandos y calderones ameritaban una
perfecta comprensión de los intérpretes que supieron entregar
con sus guitarras la síntesis de una obra escrita originalmente
para orquesta.
Bajo la dirección de la profesora Agnes Avilés, el Coro de
Niños, como regalo de Navidad, nos entregó la magia de la danza
y el maquillaje del musical Cats de Andrew Lloyd Webber; la
angustia sublimada de una madre que le canta a su pequeño hijo
en Summertime de la ópera Porgy and Bess de George Gershwin;
el agradecimiento por San Alberto Hurtado en una versión libre
del tema Más Allá del Arcoiris de la película El Mago de Oz
y la sencillez del villancico Hacia Belén va un Borrico.
Nuevamente Tomás Reyes al piano interpretó 2
invenciones cromáticas de Béla Bartók y la Invención Nº8 a 3
voces, también llamada Sinfonía, de J. S. Bach. Las
interpretaciones de Tomás siempre llenas de virtuosismo y
compenetración en las obras, mostraron una nada fácil elección
de un mismo tipo de obra, la invención, en dos estilos
marcadamente diferentes que supo imprimir con maestría.
El Coro de Padres nuevamente se hizo presente con El Mensaje de
los Ángeles, Villancico de las Campanas y una delicada
versión coral del Oboe de Gabriel de Ennio Morricone cuyas
cuatro voces se hicieron escuchar con claridad y afinación.
La última parte del concierto estuvo dedicada a la
orquesta, siendo este año el debut de Sergio Muñoz, alumno de
Octavo Año, como director de la Sinfonía de los Juguetes de
Leopold Mozart. Con la energía, seriedad y plasticidad de un
gran director dirigió con precisión las entradas y silencios de
revoltosos ruiseñores, matracas, flautas, triángulos, tambores y
trompetas, a parte de los violines y los cellos propios de la
orquesta.
Culmina el Concierto de Navidad 2005 con una gran obra:
Aleluya del oratorio El Mesías de George Frederich Haendel.
La letra, en inglés, exclama: El Rey del mundo ha venido, es
Nuestro Señor, es el Cristo. Él reinará por siempre y para
siempre. Señor de señores, Rey de reyes para anunciar el
nacimiento de Jesús. La orquesta de alumnos, dirigida por el
profesor Joel Tapia, escogió la plantilla original de
instrumentos que utilizó Haendel: dos trompetas, un timbal,
violines, violas, cellos y coro a 4 voces (contando incluso con
un contratenor en la voz del alto), faltando los contrabajos y
un clavecín para completar exactamente lo que Haendel concibió.
En el montaje de la obra participaron profesores y amigos del
Colegio quienes se unieron a través de la música, expresando el
espíritu de amor de aquel Niño Dios que nació un diciembre y que
hoy sigue con nosotros.