Con un completo programa de actividades, nuestra comunidad celebró el aniversario 184 de la Pascua de San Marcelino Champagnat, la semana del pasado 6 de junio.

Primero, en la Eucaristía de nuestro fundador recordamos su legado de amor y servicio con los niños, niñas y jóvenes, celebración que contó con la presencia del mismo Marcelino, junto a sus padres, quien compartió con todos los asistentes.

Como todos los años, la exposición del Archivo Histórico y Patrimonial Marista, nos mostró la vida, obra y reliquias del Padre Champagnat. Estudiantes delegados de pastoral de 5to Básico fueron los guías de estas visitas, tarea para la que fueron especialmente preparados, y a quienes felicitamos por el excelente trabajo que han realizado.

Por su parte, nuestro Centro de Estudiantes desarrolló la “Trivia de Marcelino”, concurso de conocimientos en torno a la vida de Marcelino y un innovador desfile de modas con vestuario confeccionado con materiales reciclados, aprovechando la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente. Ambas actividades, entregó puntaje para la competencia de alianzas organizada por el CEMS en al marco de la Semana Champagnat.

Los más pequeños del Colegio también tuvieron una semana marcada por la imagen y legado del Fundador, confeccionando pequeños Marcelinos que narraban su historia y también asistieron a una obra de teatro que contó la historia de un rey que quería eliminar de los cuentos infantiles a muchos personajes, como el lobo feroz o la cenicienta… pero los niños dijeron otra cosa.

Finalmente, en un gran acto en nuestro Gimnasio, todos los estudiantes del Colegio, de Play Group a 4to Medio, cantaron y celebraron a San Marcelino.

En su mensaje a la comunidad, nuestro Rector, Claudio Castillo F., señaló: “… yo quiero agradecer a Dios por ustedes, por el camino que han recorrido durante todos estos años, agradecer a sus familias por acompañarlos y por ser, a ejemplo de nuestro Fundador, un (a) Marista Ercillano (a) de corazón… queremos en su momento poder vivir la Pascua que él vivió… Queremos ser hombres y mujeres de esperanzas y buenas noticias, ser constructores del Reino y trabajar en él… Queremos ser Maristas comprometidos con los derechos de los niños, niñas y adolescentes, con el Evangelio, con la buena formación... Queremos ser un lugar de paz y fraternidad. Queremos orar la vida ahí donde estamos, en la escuela, en medio del mundo.