La comunidad colegial entregó su agradecimiento a los educadores y educadoras que dejan el Colegio.
El Instituto Alonso de Ercilla despidió con emoción a siete educadores (as) que este año dejan nuestras aulas, tras acogerse a un merecido retiro.
En una solemne y emotiva ceremonia, nuestro Colegio despidió a siete educadores que este año se acogen a retiro, tras toda una vida dedicados a formar valórica y académicamente a generaciones de estudiantes del Alonso de Ercilla.
Acompañados de sus familias, llegaron hasta el Salón Rojo las profesoras Rosa Luna Abarza y Marcela Morales, los profesores Patricio Figueroa, Patricio Padilla, Eugenio Zamorano y Antonio Parra, y la auxiliar Aurora Jara.
En la ocasión se recordaron sus rasgos personales y carismáticos, anécdotas y aportes más significativos de su paso por las aulas y espacios educativos de nuestro Colegio y recibieron presentes de sus compañeros (as) de trabajo, del Centro de Padres y Madres y del Instituto Alonso de Ercilla, como muestra de agradecimiento y aprecio por todo lo que nos entregaron.
Rosa Luna y Patricio Padilla, en nombre de los homenajeados, agradecieron la oportunidad de haber sido parte de la Misión educativa y evangelizadora Marista, que les permitió –indicaron- crecer como personas y como educadores, siempre bajo la guía de nuestra Buena Madre y del Padre Champagnat.
El Rector Claudio Castillo subrayó que “estamos profundamente agradecidos por su ser Marista”. “Ustedes fueron educadoras y educadores abnegados, responsables, dedicados, hombres y mujeres de Fe, fieles servidoras y servidores en la tarea y en el compartir… su ejemplo de vida Marista continuará alimentando la fuente que nutre nuestra hermosa obra, que en el presente y el mañana deberá sostener y animar nuestra Misión más sublime, la de dar a conocer a Jesucristo y hacerla amar”, agregó.
“Su tarea supuso animar, encauzar y acompañar, asistir a los más jóvenes o nuevos educadores y educadoras y funcionarios; fueron ejemplos de oración y adoración, de adhesión a nuestro Instituto y su Misión; fueron testigos y constructores de la historia de nuestro Colegio, con sus luces y sombras, con alegrías y dolores, como puede ser la historia de cualquiera de nosotros”, señaló el Rector.
Para finalizar sus palabras, el Rector compartió el siguiente fragmento del poema escrito por el ex Rector de nuestro Colegio, el Hermano Jesús Triguero:
Mañana, mañana cuando estén lejos,
junto al mar y la montaña,
pintando de azul sus días,
viviendo de sus esperanzas,
recuerden que aquí han tenido varios años luz y calma,
una mano de muchos amigos y una amplia sonrisa franca.
Mañana, mañana cuando estén lejos,
junto al mar y la montaña,
pintando de azul sus días,
viviendo de sus esperanzas,
no olviden que aquí ustedes dejan amigos que no les engañan.
Recuerden que de aquí se llevan una honda huella en su alma.
La ceremonia también contó con la presencia del Delgado de Vida y Misión del Sector Chile de la Congregación, Ernesto Reyes, quien agradeció también la vida y el testimonio Marista de los educadores y educadoras, entregando a cada uno el símbolo de los Hermanos Maristas de la Enseñanza: F.M.S. (Fratres Maristae a Scholis), que son las siglas en latín del nombre que dio el Papa Pio IX, en 1862, al reconocer canónicamente a los “Hermanitos de María” como una Congregación de Hermanos de votos simples y de derecho pontificio.
“Ustedes nunca renunciaron a la batalla de cada día, a su vocación de educadores, dejando en sus alumnos y compañeros de trabajo algo que hasta el día de hoy es su premisa: hacer un trabajo bien hecho, responsablemente, colaborativos, creativos, armando equipos, alimentando el ingenio y la esperanza. Ustedes son una de esas tantas M, con mayúscula, que construyeron esta casa, cortando la roca educativa, en cada día, en su rol educativo y evangelizador”, remarcó el Delegado de Vida y Misión.
Reyes también aprovechó la ocasión para realizar un homenaje póstumo al recordado educador de nuestro Colegio, Raúl Cheix, por todo lo que entregó a nuestro Instituto, entregando a su hijo y director de la Sección Media Superior, Joaquín Cheix, el reconocimiento a su vocación, carisma y abnegación.
En la ceremonia también se entregó un reconocimiento a los educadores Gabriel Donoso, Alberto Paillao, Patricio Santibáñez y Francisca Bórquez, que dejan el Colegio para emprender nuevos proyectos personales. A todos ellos, les deseamos todo el éxito en los nuevos caminos que comenzarán a recorrer.