Para los scout las vacaciones no son simplemente permanecer en sus casas, abrigados y con comida, tampoco es sinónimo de levantarse tarde y permanecer en pijama todo el día. Para los scout, las vacaciones significan un momento importante en el año. Es la instancia donde se reúnen fuera del lugar habitual, donde experimentan los conocimientos adquiridos y donde, por sobre todas las cosas, comparten junto a sus hermanos  y hermanas la intimidad de sus vidas reunidas en el Campamento. 

El lunes 11 de julio, el Grupo Guías y Scout del Instituto Alonso de Ercilla emprendió rumbo a la ciudad de San Fernando para vivir el campamento de invierno, campamento que fue de Grupo lo que significó que todas las unidades -ramas menores, intermedias y superiores- participaron de el. El lugar escogido fue el colegio Marista Instituto San Fernando. La administración del lugar accedió cordial y generosamente a prestar las instalaciones para que los niños y niñas dispusieran a su antojo. Por esos días el frío se hizo presente, pero afortunadamente en cada sala del colegio existía una estufa que calefaccionara el lugar. 

Este campamento fue importante para las ramas menores ya que algunos lobatos, en el caso de la Manada, solo tenían la experiencia de una quedada en el Estadio Marista, por lo que la salida a San Fernando representó su primer gran desafío. En el caso de la Bandada, las niñas que asistieron ya conocían las formas y las sensaciones que se producen estando lejos de casa durante una semana.

Los días pasaron rápido y la lluvia acompañó una de las cinco jornadas de campamento. En ese momento, las actividades bajo techo fueron la tónica, no sin antes recibir el agua con agrado como buen scout . Cuando comenzó a llover, gran parte del grupo se encontraba en el casco urbano realizando el "Juego de Ciudad" , instancia prepararada por las ramas superiores a las más pequeñas. En dicho juego, se realizan una serie de pruebas y preguntas con relación a la historia y cultura del lugar. Fue allí cuando la lluvia se dejó caer por lo que tod@s debieron correr nuevamente al colegio a buscar refugio.

Luego de un miércoles lluvioso, el jueves amaneció despejado y con un sol radiante en el cielo. Se inició el día con la ceremonia de "Colores", en la que se saludan todos los miembros y se da comienzo a las actividades. Pruebas como el Master Chef u el gran juego de Barcos, mantuvo el dinámismo en los niños y niñas que ese día esperaban con ansias el último ritual del campamento.

A las 21:30 comenzó el Gran Fogón, que reune a todo el grupo en torno al fuego para compartir danzas, sketch y cantos. La fiesta se mantuvo casi dos horas. Aquel día también fue emotivo ya que un miembro del Clan, Joaquín Fernandez, celebró su cumpleaños número 18. 

Los miembros más grandes del grupo asistieron al equipo de dirigentes en diferentes unidades, ya que se encuentran trabajando en su etapa de servicio. Ellos se encuentran en primer año de universidad. 

Al siguiente día, una operación rastrillo de limpieza y orden realizada por los Scout dejó el lugar "mejor de como fue encontrado"