La sección inicial fue la primera en comenzar el día. En el hall de acceso, dos alumnas de segundo básico recibieron a las madres que aparecían junto a sus pequeños, minutos antes que sonara el timbre, a las 8 de la mañana. Las festejadas se reunieron frente a la sala de sus hijos/as a la espera de que la tía abriera el espacio y así se pudiera dar inició a la jornada.

El día inició con la oración. Rezar a Jesús, María y San Marcelino fue la primera acción. Primero pedir por sus familias y luego agradecer por sus mamás.

Los cursos de la sección inicial variaron sutilmente en sus presentaciones. En algunas salas, los niños y niñas cantaron una canción a sus mamás, otros realizaron un pequeño baile, pero cada nivel tuvo una sorpresa. Algunas abuelitas también asistieron, ya que en muchos casos ellas también acompañan el descubrimiento hecho por los alumnos y alumnas del cariño y el amor maternal.

Algunas mamás se emocionaron luego de ver la creación de sus hijos, ya que cada curso elaboró manualmente el presente otorgado. Delantales para cocinar con dibujos, flores, fotografías y adornos, entre otros, fueron las ideas realizadas por los niños y niñas que a más de una mamá hizo soltar lágrimas.

Pero el día no terminó allí. Cuando el reloj marcó las 8:45, algunas madres comenzaron a abandonar la sección inicial para no perder ningún momento del acto celebrado por la básica en el gimnasio del colegio, ya que muchas de ellas  tienen hijos en dos o más cursos

La galería del gimnasio estuvo agolpada de gente. Iniciada la entrada de los niños, pocas mamás permanecían sentadas con sus manos abajo. El vaivén de las palmas fue constante hasta que todos los alumnos y alumnas de 3° a 6° básico tomaron asiento.  El director de la sección, Sergio Leiva, presentó a los alumnos que serían los encargados de animar el acto, y  a su vez saludó a las mamás compartiendo unas palabras en nombre de todos quienes prepararon las actividades.

Fue el turno entonces del profesor Joel y la orquesta de nuestro colegio, quienes interpretaron dos piezas clásicas de su repertorio en honor a las mamás para dar inició a los actos. La música continuó, ya que luego la profesora Agnes, en la guitarra, interpretó junto a los alumnos de 3° básico un clásico brasilero. Los niños y niñas cantaron y tocaron  el metalofono.

Después de la música instrumental, un grupo de alumnos apareció en la pista con vestimenta ochentera. 18 bailarines (alumnos y alumnas) demostraron a las mamás sus habilidades realizando una coreografía clásica del rock. 

Terminado aquel acto, fue el momento del cierre, encargado al  grupo de danza rítmica de nuestro colegio. Ellas fueron las últimas en presentarse y sin duda fue algo que todas las mamás querían ver.  Las alumnas mostraron su desplante, su coordinación y la sutileza a través de una coreografía que contempló vueltas, movimientos de pies, giros y otras destrezas aprendidas en los entrenamientos. Si en ese momento la atención estaba dirigida a la galería, las mamás de las bailarinas se podían distinguír entre la multitud. Esto porque algunas estaban gritando por su hija o porque lentamente, y con una sonrisa en el rostro, otras se llevaban un pañuelo a los ojos.

Hoy celebramos a todas las madres de la comunidad marista, hoy festejamos tu incondicional amor. Decía Balzac que el corazón de una madre es como un abismo profundo en cuyo fondo siempre se encontrará el perdón, decía San Marcelino que también se encontraba la bondad de Jesús y María.

En este “nuevo comienzo” que vivimos como maristas, invitamos a todas las familias de la comunidad a festejar a las mamás, a recibir la enseñanza proveniente de su naturaleza femenina, a caminar junto a ellas y, por sobre todo, a compartir su amor incondicional, perdonando sus errores, recordando sus esfuerzos y descubriendo en ellas la alegría de vivir.

Feliz Día Mamá