“Chiloé Liberado” lleva por nombre una de las dos obras expuestas por nuestro profesor. En ella, se muestra a Rondizzoni sobre un caballo en medio de un paisaje isleño. Las nalcas, el roquerío, la arenilla y el mar, circundan la figura que registra la última aparición en batalla del entonces Coronel del ejército chileno.

Según las palabras de su autor, Luis García, pintor y docente de nuestro colegio hace ya 15 años, realizar aquella obra fue un gran desafío. Uno de los primeros obstáculos fue conseguir la información acorde a la temática, pues existen solo dos fotografías de Guiseppe en el museo militar. “Decidí utilizar imágenes directas de Rondizzoni y no basarme en retratos de otros artistas. Consideré que de esa manera podría graficar con mayor simbolismo al personaje”, afirma Luis

El otro peldaño fue el tiempo. “Investigué durante meses, desde las facciones de su rostro hasta el uniforme utilizado en la época acorde a su rango. Todo el proceso presentó un gran desafío para mí, y esto me permitió representar en forma más fidedigna la obra.”, relata.

Claro que la pintura, realizada en óleo sobre tela, no estaría completa sin Chiloé. Aquella isla fue el último reducto español perteneciente al Virreinato del Perú, y las batallas allí disputadas, son consideradas de gran importancia en la independencia del territorio. “Yo elegí el tema. Revisé fotos de la isla, sus paisajes, bosques y cerros. Hice una alegoría. Chiloé como telón de fondo y Rondizzoni representando al ejército chileno”, cuenta el profesor.

Cerca de dos meses demoró el profesor Luis en realizar la pintura, que el pasado 1 de abril, fue exhibida al público general. Al Museo Histórico Militar llegaron los asistentes a la presentación organizada por la Asociación Chileno Italiana de Artistas (Achiart), de la cual el docente forma parte hace ya un año. “Chiloé liberado” y un retrato de Rondizzoni dibujado en carboncillo fueron los aportes de nuestro docente, que gracias a la ocasión, aprovecho de compartir su experiencia artística en el colegio.

¿Cómo evalúa la participación artística en el colegio?

El proceso artístico requiere de mucha disciplina y tiempo de trabajo. Hoy en día, las generaciones están habituadas a la inmediatez de los resultados, aquel condicionamiento dificulta el interés por el arte, ya que éste es un recorrido lento en la obtención de logros. Por ahí se hace complejo motivar a los estudiantes. Pero hay muchos talentos. Por ejemplo, hay niñas y niños de 5°to y 6°to básico, con una calidad increíble. Hago la comparación desde mis tiempos de alumno. Yo dibujaba, me destacaba, pero no tenía la calidad que tienen ellos ahora. Si siguieran, llegarían muy lejos. En el colegio se cuenta con una diversa gama de talleres, que responde a las necesidades naturales de los alumnas y alumnos para poder expresarse y desarrollar sus sentidos en forma transversal.

¿En qué se hace presente la “calidad”? 

Lo que hice en su minuto, no es nada a lo que pueden hacer los jóvenes ahora. Existe un mayor acceso a lo visual. Acceso a diferentes tipos de arte. Si lo llevamos a la pintura, quien se interese puede visualizar muchos trabajos. El comic y el dibujo parten cautivando a muchos. Así uno puede ocupar internet y revisar cuadro tras cuadro de artistas a lo largo de la historia. En mi tiempo de estudiante no se podía, pero aquel hecho ayuda considerablemente a la consolidación de un futuro “artista”, que es lo que pasa con los niños. Quizás ellos no se dan cuenta, pero absorben una gran cantidad de imágenes y conocimientos de manera más inmediata. Si lo extrapolamos a la música, el baile y otras disciplinas, el resultado puede llegar a grandes horizontes. 

¿Cómo el arte se integra en la educación escolar?

Se incorpora naturalmente sin un “contenido” especifico, debido a que el arte apela a la emocionalidad; dentro de una educación integral es fundamental el aporte de las artes, si se carece de esta estaría faltando un componente importante para la formación de una persona, tan necesario como lo es la lógica matemática, la historia, el lenguaje, las ciencias y el deporte; y, en un colegio católico como el nuestro, los valores cristianos. Todos estos componentes de la enseñanza permiten a nuestras alumnas y alumnos encontrar un equilibrio entre la razón, emoción y empatía con sus pares. Por otra parte, participar del arte despierta la creatividad, que aplicada en cualquier oficio u profesión, es una herramienta beneficiosa. 

¿Su trabajo podría definirlo de alguna forma?

Una definición como tal no me atrevería a dar, pero sí podría brindar algunas “luces” del cómo y el porque de mis obras. Intento que a través de todos los elementos que componen mis pinturas, el contenido este claramente representado, y ”que el mensaje” aludido tenga armonía en su forma, color y composición general. En trabajos gráficos y pictóricos he incluido algunas imágenes subliminales para dar cabida a una posible reflexión del espectador –de hecho pertenece al espectador-, ya que luego de concluir la obra, yo no respondo por ella. Es ésta la que dialoga con el observador.
 
¿Quedó a gusto con la relación entre la pintura y la historia?

Si los vinculamos podemos ver que hay mucho material para realizar obras. Bueno, sería muy interesante seguir en esta línea de investigación en la historia de Chile, y realizar a futuro obras que representen diferentes hechos de nuestro país. Agradezco la oportunidad que tuve de participar en este evento, que me permitió ampliar las posibilidades de los temas en futuras pinturas. 

Las obras “Chiloé Liberado” y “Retrato en carboncillo de Rondizzoni” continúan exhibidas en el Museo Histórico Militar, ubicado en Blanco Encalada 1550, hasta el 12 de junio. Los horarios son de Martes a Viernes (9:30 a 17:00) , Sábados y domingos (10:00 a 17:00). La entrada es gratuita.