Fue así como los 3° Medios comenzaron su semana de Inserción Rural. A pesar de las inusuales lluvias de esta primavera, llevaron a cabo sus labores en las comunidades de Isla de Maipo, Coinco y Doñihue.
Entre el 18 y el 23 de octubre, los jóvenes de 3° Medio vivieron la Inserción Rural. Durante esta semana fueron los hijos adoptivos de familias de Isla de Maipo, en la Región Metropolitana, y de Coinco y Doñihue, en la Región de O’Higgins.
Y como integrantes de estas familias, les correspondió colaborar en las tareas propias de cada casa. Fue así como tuvieron que cuidar animales, sembrar, cosechar o cocinar. También cooperaron en las escuelas y parroquias de cada comunidad.
Estuvieron acompañados por sus profesores tutores y por miembros del Equipo Pastoral del colegio, que recorrieron los distintos lugares para hacer presencia marista entre las familias y acoger sus necesidades.
El inicio fue difícil, pues algunas tareas se vieron suspendidas o modificadas a causa de las lluvias que todavía persisten aunque ya ha terminado el invierno. Algunos sectores estaban llenos de barro, pero eso no detuvo el esfuerzo y entusiasmo de nuestros jóvenes, actitud reconocida por quienes los recibieron esa semana.
Para las distintas comunidades, los chicos ercillanos fueron un real aporte en sus actividades y agradecieron su colaboración con emotivas despedidas, a la espera de que el próximo año este proyecto — que ya cumplió cuatro años —vuelva a repetirse.