Esta celebración de fiestas patrias en el IAE fue una oportunidad también para compartir fraternalmente educadores, administrativos y auxiliares en torno a la mesa del Señor. La misa a la chilena es una de nuestras tradiciones ancestrales, a través de las cuales el pueblo de Dios hace gala de sus costumbres, su canto y su danza.

La música de esta eucaristía estuvo a cargo del coro formado por profesores y alumnos, que interpretaron temas típicos de nuestro folclore. En la liturgia de la palabra participaron distintos representantes de nuestro colegio en las lecturas bíblicas. Asimismo, elevaron sus peticiones con la cruz de Cristo por la Iglesia, con la bandera por los chilenos, con flores y espigas por nuestros hermanos que sufren, con nuestra insignia marista por la Congregación y con un cirio por las vocaciones y por la salud del Hermano Luis Cornejo.

En la presentación de dones, el pan llegó hasta el altar para expresar nuestro deseo de que nunca falte trabajo, alimento y dignidad a nuestra patria. El vino fue presentado como muestra de que en Chile reine la alegría, la comunión y la solidaridad.

Como acción de gracias por esta tierra que Dios nos ha regalado, brindamos un homenaje musical a la Virgen del Carmen. Apoderados, docentes y administrativos bailaron unos pies de cueca para la Madre y Reina de Chile.

Finalizada la eucaristía, los presentes compartieron una empanada para dar comienzo al descanso dieciochero. Asimismo, los administrativos ercillanos se unieron en torno a un asado en el Estadio Marista.