Luego de un proceso familiar y personal de Catequesis, guiado por el Equipo de Pastoral del IAE, las niñas y los niños de los 5º Básicos celebraron su Primera Comunión, momento de encuentro y regocijo para toda la comunidad ercillana, que asistió masivamente a la Capilla Central del colegio. Durante los cuatro domingos de agosto vivieron con profunda emoción y expectación esta solemne ceremonia, siempre acompañados de sus amigos y familiares.

“Yo soy el pan de vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre, el que cree en mí jamás tendrá sed” (Juan 6, 35). Con estas palabras, Jesús invitó a recibirlo, a alimentarse de la Vida que Él entrega. Es el mismo Cristo que se entrega como pan de Vida, pero pan de Vida Eterna. Esa es la invitación y el desafío, alimentar nuestra vida a partir de Dios y compartir esos dones con los demás.

En el evangelio se resalta la importancia de recibir a Cristo en la comunión, ya que Él es la Vida que Dios nos regala, a su Hijo venido del Cielo. Las niñas y los niños reciben el cuerpo y la sangre de Cristo, con lo cual se alimentan de Vida Eterna. Jesús invita, especialmente a quienes realizaron su Primera Comunión, a recibir este pan de Vida y a compartirlo con los demás.

Esa es la invitación que, en el mismo sentido, recalcó el Hno. Rector, Jesús Triguero, a seguir participando de la vida eucarística y a vivir la Fe diariamente, con entusiasmo y constancia. Nuestro Rector invitó a los niños y niñas a vivir consciente e intensamente esta nueva etapa de Fe, mucho más personal y madura, y sus familias a ser constantes y devotos en su fe.

Muchas felicidades a cada niña y niño por este gran paso y muchas gracias a las familias, profesores, catequistas y al Equipo Pastoral del IAE por acompañar y permitir que este proceso se llevara a cabo.