El día lunes 24 de octubre los pequeños pasaron la tarde en su futuro colegio, donde hicieron algunas tareas y jugaron, preparándose para lo que se viene el próximo año. Había varios hermanos y hermanas de alumnos ercillanos, que ya conocían algo de nuestro colegio.

Venían algo ansiosos, algunos no querían soltar a sus papás, unos miraban el lugar con asombro y otros compartieron rápidamente con los demás niños y niñas. De la mano de sus papás, mamás o abuelitos llegaron a lo que para muchos fue el primer encuentro con la vida escolar.

Es por eso que es muy importante que conozcan — sin la presión de lo que significa el primer día de clases — el lugar, las tías y los tíos que los recibirán el próximo año. Pudieron usar las salas, los rincones de trabajo, el material didáctico y los juegos, y también ir conociendo un poco del carisma marista y a su amigo San Marcelino.

Se dividieron en diez grupos, atendidos por dos educadores. En las salas, conversaron un poco e hicieron algunas tareas. También hubo un tiempo para compartir una rica colación y finalmente se divirtieron en los juegos.