En la primera parte, destacados alumnos de cello, viola y violín, presentaron su arte acompañados, nada menos que, por la Orquesta Filarmónica de Chile. Abrió el concierto Manuel Abarca, alumno de 8ºD básico con el concierto Nº4 en Do mayor (I mov.) para cello de Breval. Su ejecución e interpretación fueron sorprendentes, una afinación adecuada y un gran manejo de los matices de dinámica que fueron seguidos con el profesionalismo esperado por los músicos de la Filarmónica. El turno de la viola estuvo a cargo de Sergio Muñoz, alumno de 2ºA medio y discípulo de Penélope Knuth en el Instituto de Música de la PUC. La obra a interpretar fue el 1er movimiento del Concierto en Si menor para viola de Haendel. En su interpretación se destaca las perfectas sincronizaciones entre solista y orquesta, entradas precisas y exquisita técnica de arco que le permite alcanzar con soltura los pasajes más exigentes de la obra. La afinación, si bien no estuvo perfecta, fue superada por una calidad interpretativa notable en la cual el fraseo musical es expresado con todo su cuerpo. El violín estuvo representado por Francisco Alvarado, alumno del profesor Nicolás Viveros y estudiante del 3ºD medio. En su participación tuvo a su cargo el 1er movimiento del Concierto en La menor para violín de Accolay. La belleza de la obra y potente acompañamiento de la Orquesta hicieron pasar inadvertidas algunas omisiones de notas que los nervios ocultan. Francisco supo imponer su ejecución y destacar con su violín su condición de solista en una obra nada fácil, llena de calderones y precisiones rítmicas con la orquesta. Con una afinación adecuada, dado el grado de exigencia técnica, Alvarado supo extraer con su instrumento el estilo romántico en el cual fue concebida la obra. Finalizando la primera parte, Adrián Bustos, alumno de 7ºD básico quien sigue sus estudios de violín con el profesor Nicolás Viveros y en el Instituto de Música de Santiago, nos interpretó el 1er movimiento del Concierto en La menor de Vivaldi. Su ejecución estuvo restringida a la lectura de la partitura, situación que coartó sus posibilidades de interpretación. El concierto en La menor de Vivaldi, al ser una de las obras más conocidas del repertorio violinístico, tiene un grado de exigencia mayor por parte del auditor, por lo tanto, las precauciones en la afinación (elemento de madurez en la ejecución de los instrumentos de cuerda frotada) deben considerarse con tiempo y ser estudiadas con detención. Adrián, nos entregó un primer movimiento adecuado, sin entrampamientos, sin detenciones ni omisiones y un pulso exacto que la orquesta siguió con satisfacción. Siendo Bustos el menor de nuestros solistas destacados ya deja ver a sus 12 años su paso firme en el camino en donde se escribe la historia musical de nuestro colegio.